cultura y simulacro

El presente expone textos que se refieren a la constatable no realidad que experimentamos

Tuesday, January 10, 2006

Obras Sedimentadas

La capacidad de esbozar lecturas posibles sobre el arte actual, se ve complejizada por la carencia de líneas exclusivas de los discursos. Como un correlato del estado de la cultura, la hibridez y la posibilidad del entrecruzamiento dejan una apertura a la incumbencia de otras áreas en la expresión visual. La lectura ya deja de ser inmediata y se transforma en un ingreso en las capas del trabajo al que se enfrenta.
La superposición de discursos no sólo es de manera interdisciplinaria, también se mueve temporalmente al esgrimir nuevos acentos sobre temáticas antes desarrolladas.
La posmodernidad y todas las lecturas desarrolladas en pos de la caracterización de la época actual, se han limitado a un panneo. Sin una definición aglutinante el arte hace eco del estado de multiopción discursiva. Las neovanguardias desarrollan una revitalización de soportes y técnicas, el kitsh una mezcla revelada contra la rectitud estilística. Las posibilidades de remisión no están ceñidas a patrones bien delineados, ya no hay militancia con proyectos sociales ni se le adhieren al arte, poderes de redención vital, la experimentación se ha resuelto en las obras y el discurso de cada una adquiere su espesor de la misma posibilidad de remisión ilimitada, tiempo y espacio abiertos a ser invocados.

Ante lo anterior el trabajo de los grandes discursos ya no posee espacio para predicados, el dominio se asentó en estos como sus bastiones de control del resto de las actividades, ante esto el arte dirigió su mirada y arrojo al trabajo periférico o al borderline el que como estribillo tatareado con pequeñas puñaladas recordaba el estar vivo. Las posibilidades de trabajar desde un afuera hacia la remoción de toneladas de cemento arrojadas a los cuerpos, señala ya no, la esperanza de encontrar un mundo antes no divisado, se conforma con el parangón entre aquello que aún existe y lo otro, de aquellos cadáveres que habitaron el mundo que se fue a perdida.

El trabajo realizado por el arte de vanguardia se antepone al asentamiento de una desertificación ideológica. Se expresa ante el malestar de la cultura, en el transito de los sucesos que conducen a la sumisión total de la vida, en medio de la vorágine de modernización queda aún esperanza y esta es señalada en la idea de una refundación del mundo. Hobsbawm en su texto A la zaga, trabaja la tesis de que las vanguardias fracasaron en su tarea de ingresar y modificar el modo de vida, por qué no poseían el poder factico de realizarlo. Esta idea despoja gran parte del sentido de la propuesta vanguardista, deja su matriz política como una posibilidad real de postulación al poder y se desentiende del carácter simbólico de la negación Dadaísta o la conducción espiritual del suprematismo. Si bien la alianza arte y vida se dio en el terreno del diseño y la masificación en el de la industria cultural, el planteamiento dejado por las vanguardias no deja de traer desde el pasado sus problemáticas, un ejemplo es el trabajo de las neovanguardias y las derivaciones evidenciadas en gestos inauguralmente traídos a la vida como formas de negación de esta. En el texto “Después del fin del arte” de Danto, podemos señalar la evidencia de que no es posible relacionar a las obras del mismo modo que en una época en que significaron diferente, más allá de esa certeza de cambio de mundo, el fin que perseguían las vanguardias caduca ante la realidad a la que se enfrentan las neovanguardias. Sin embargo es diáfana la idea de que un mensaje aunque históricamente circunscrito es capaz de trascender.
Las performance, happynes, body art, son conjugaciones desde un mismo núcleo, el que se escapa del soporte bidimensional y le adhiere la esperanza de comunicar el momento temporal en que se produce. Desde aquí el punto de la forma. El contenido surge aparejado, los discursos que trata, intervienen desde el estado de las ideas en circulación, el cuerpo se manifiesta en el momento actual como una posibilidad de marcar un territorio aún no sometido.

La apelación mental y cultural del arte, no se da a la contemplación, es un ejercicio de retrotraer hacia espacios que se niegan a ser absorbidos por la racionalidad instrumental. El trabajo del arte gay es un ejemplo del pensar al cuerpo y la sexualidad sin su posibilidad de ser instrumento de la procreación, asimismo la mirada y el trabajo del desmembramiento y la ortopedia son puestas en entredicho de los parámetros que la sociedad antepone y sobre pone a la existencia humana como “instrumento útil”. Estas aristas de las miradas que se han dado en los discursos circulantes dentro del arte en las últimas décadas, son elementos que coinciden en el aspecto de estar inscritos en la corporalidad.

De ahí que para realizar un análisis de cómo la manifestación cultural ha penetrado en el nivel existencial de la vida, la búsqueda es un trabajo de desentrañamiento de códigos externos impuestos sobre el mundo y extremados hacia la intervención en el ser humano mismo.